martes, 31 de diciembre de 2013

Año nuevo, VIDA NUEVA

Desde el 23 de octubre que no pasamos por este blog, nuestro espacio cibernético de memoria vitivinícola.  Y esta ausencia no es caprichosa ya que el 26 del mismo mes nos enteramos de que, en lugar de ser el Sr. y la Sra. Corchito, vamos a comenzar a ser la Familia Corchito.

Así que nos alejamos un tiempo del vino, pero hoy brindamos con la felicidad indescriptible de que en este brindis, por primera vez, suena la música de tres copas... que nuestros sueños juntos sigan siendo realidad.

Así que hoy, más que nunca....

¡Salud y Felicidad! Sr. y Sra. Corchito


miércoles, 23 de octubre de 2013

Quiero que lo cepas

Hoy compartimos algo que no tiene que ver con nuestra memoria vitivinícola pero sí con nuestra pasión por la música.

Nos encantó cuando, por casualidad, escuchamos la canción Quiero que lo cepas, del grupo musical "Los Chefferson" una joven banda marplatense cuya propuesta es hacer música gourmet.  Una excelente y divertida idea.
 

Celebramos la iniciativa de brindar y de cantarle a a todas las cepas que nos deleitan cada día. Así que...

¡Salud! (esta vez cantando) Sr. y Sra. Corchito

sábado, 19 de octubre de 2013

Una cerveza alemana muy diferente

El 21 salimos de Hannover, disfrutamos del encanto de Goslar y tarde llegamos a Berlín.  El horario y el cansancio no daban para salir a conocer la ciudad, que además es muy grande y llegar a Alexanderplatz o al Zoo desde el hotel requerían la combinación de un par de tranvías.

Así que nos fuimos al bar del Holiday Inn City East, nos pedimos una comida rápida y la acompañamos con una Schöfferhofer Grapefuit Hefeweizen Mix.


La foto se ve borrosa, no por nuestro estado, sino porque la luz del bar del hotel era bastante tenue.  En la foto del vaso creemos que se aprecia mucho mejor.

Es una cerveza riquísima, ideal para mujeres.  Su sabor frutal con el final de la cerveza logran que sea realmente deliciosa. No dudaríamos un segundo en volver a comprarla si la cruzamos en alguna nueva oportunidad.
Prosit. Mr. und Mrs. Corchito

Pinot Grigio :: S/D - Un poco de Italia en Hannover

El 20 de marzo dejamos Holanda para pasar a Alemania. Hicimos noche en Hannover y nos tocó un tan maravilloso que junto con el vino francés definitivamente nos hizo olvidar las penas de la noche anterior en el hotel de Ámsterdam.

Frente a este hotel, el Dormero, había un encantador restaurante italiano en que el comimos una pasta riquísima.  Y la acompañamos con un Pinot Grigio de la casa.

Nos habían contado que, a diferencia de lo que sucede en nuestro país, en Europa el vino de la casa no es "el más económico" sino que es un vino que los restaurantes seleccionan cuidadosamente ya que es "la presentación de la casa".  Y uno puede verlo porque es el que más frecuentemente se pide y sus valores no difieren demasiado de otras opciones.

Este Pinot Grigio estaba delicioso.  Recordamos que nos había parecido muy similar a nuestros Pinot Gris.  No tomamos notas de cata como hemos hecho otras veces, probablemente porque a la salida estaba nevando y nos fuimos a disfrutar de ese espectáculo en una ciudad casi desolada.



Una curiosidad: Los alemanes para brindar utilizan la expresión prosit o prost que, en español, puede traducirse como aplausos.  Es la linda manera de brindar, una especie de "un aplauso para el asador", pero en este caso sería "una aplauso para el vino". ¿O no?

Prosit. Mr. und Mrs. Corchito

La Cave d'Agustin Florent :: Bordeaux 2012 - AOC (BIS)

El mismo día que fuimos a Gante luego dejamos Bélgica e ingresamos en los Países Bajos, pasando por Middelburg y para finalmente llegar a Ámsterdam.  Al hotel llegamos de mal humor por una travesía en barco que había sido un desastre ya que prometía navegar por los canales de la ciudad con una picada de quesos y vinos cuando en realidad: 1) los quesos eran tres cubitos; 2) los vinos eran dos botellas cada cuatro personas; 3) los vinos eran tan horribles que nosotros apenas los probamos; 4) eso generó mas vino para gente con un paladar menos refinado; y la cosa se desmadró.

Además, mientras a una parte del grupo lo tocó un hotel en el centro de la ciudad a nosotros nos tocó uno a 20 minutos en tren del centro por lo que más allá de una breve pasada por el barrio rojo no pudimos disfrutar de la noche holandesa.

Lo importante es que el mal humor se terminó cuando sacamos de la valija este Bordeaux.  De hecho la foto refleja que primero empezamos a beber y luego sacamos la foto, lo que habla de nuestra necesidad de probar algo rico y olvidar la nefasta experiencia.

No lo vamos a describir porque ya hicimos las notas de cata, lo habíamos probado en París.  Lo importante es que siempre un rico vino tiene el poder de liberar nuestro agobio y disipar la frustración.

Y, como éramos sólo nosotros tomando un vino francés, esta vez brindamos en nuestro querido idioma:

¡Salud!  Sr. y Sra. Corchito

Otra belga y esto ya es fanatismo

En Brujas nos habíamos quedado con ganas de probar la tercer cerveza belga que Mónica, la mejor de las guías que tuvimos, nos había recomendado.  Pero por suerte, a la mañana siguiente teníamos un city tour por Gante.  Así que, en una de esas el Sr. Corchito divisó un comercio abierto y entró a comprar una Duvel.

Duvel, en belga, quiere decir diablo. Cuenta la historia que en sus inicios está cerveza tenía otro nombre pero sus fanáticos comenzaron a describirla como "un verdadero diablo" así que la cervecera le cambió el nombre.  Quizá esto de diablo se debe a que tiene 8,5% de contenido alcohólico.  Es una cerveza fresca y compleja. Riquísima.

La anécdota más graciosa de este momento di-vino es que luego de que el Sr. Corchito se aprovisionara de su cerveza fresca, la Sra. Corchito quiso probar un típico y delicioso waffle belga.  Cuando llegamos al local, mientras nos preparaba ese manjar, vemos que el chico que nos atendía mira la Duvel sostenida entre las manos del Sr. Corchito y se produce este diálogo:

- I love your beers!
- Yes... in the morning?!

Así que, cada vez que volvimos a tomar cervezas, quedó la historia del... in the morning?!

Op uw gezonheid. De Heer en Mevrouw Corchito 

sábado, 12 de octubre de 2013

¡Viva Bélgica!

Los ingleses tienen buenas cervezas... pero los belgas se pasan.  El 18 de marzo luego de pasar por Damme llegamos a la ansiada Brujas.  Y la cena de la noche la acompañamos con dos delicias indescriptibles: una Kriek y una Kwak. Vamos por partes:


La Kriek es una cerveza belga que se obtiene por la fermentación de cerezas agrias. Para quienes los que no son fanáticos de esta bebida es genial que es una cerveza que no parece una cerveza. Tiene un sabor frutado, natural, que la distingue de otras cervezas con jugo de frutas que probamos a lo largo del viaje.  Sin embargo, a pesar de eso no es dulce, deja un final amargo en la boca. Es una cerveza suave y deliciosa, la botellita en la que viene resulta demasiado poca!


La Kwak es, también, toda una experiencia. Genera mucha espuma y tiene un color ámbar.  Es agradable porque tiene un final dulzón que la hace muy bebible.  Lo más simpático de esta cerveza es que se sirve en un vaso enorme que parece una probeta (el de la foto es una pinta, vienen los de media pinta que son un poco más chicos). Trae un soporte de madera para que la mano humana no traspase su calor al vidrio y de esa manera caliente el interior.  Es muy divertido tratar de "encontrarle la vuelta" y tomar con una sola mano (ya que la "probeta" no está pegada a la base de madera).  El Sr. Corchito, con un poco de práctica, lo consiguió enseguida.


Las cervezas belgas, a diferencia de las que tenemos en el país, en muchos casos tienen más graduación alcohólica.  La Kwak tiene 8,1%. La Kriek no es el caso, ya que tiene 4%.





Op uw gezonheid. De Heer en Mevrouw Corchito