Confesamos que no podemos resistirnos ante una cepa desconocida, así que allá fuimos. Nos gustó en ese momento y el 25 de noviembre -varios meses más tarde- tranquilos en casa decidimos volver a degustarlo.
Es un vino fresco, con aromas florales y cítricos, ideal para esa noche calurosa y para los sandwichs de pavita de la Confitería Las Violetas. Liviano, ligero, no empalaga ni satura y siempre deja con ganas de más.
Super válido para variar y explorar sensaciones diferentes a las de los clásicos Chardonnay y Torrontés. ¡No se lo pierdan!
¡Salud! Sr. y Sra. Corchito
No hay comentarios:
Publicar un comentario