En nuestras últimas vacaciones fuimos a Salta. Recorrimos de punta a punta las tierras de Cafayate enamorados de su ruta del vino.
En el medio de la ciudad encontramos una bodega pequeña llamada El Tránsito. Y nos trajimos este souvenir que decidimos descorchar el 16 de noviembre.
Se trata de un Cabernet Sauvignon bien típico, de color intenso y notas de pimienta negra. Sin embargo, en boca es armonioso y equilibrado, como si el terroir en este caso perdonara a quienes no gustan de la intensidad marcada de otros vinos salteños.
Nos gustó mucho, se nos ocurre que es un Cabernet típico pero amable que invita a los amantes de la cepa pero se deja apreciar por quienes prefieren vinos más blandos.
No se consigue fácil en Buenos Aires, pero conviene traerlo si se visita el Norte!
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