Para despedirnos de París cenamos en el restaurant del Novotel Dèfense y probamos este Perle de Roseline. Lo acompañamos con unas pastas y un pollo con vegetales glaceados.Es un rosado mus atípico comparado con los argentinos. Su color es muy claro, con algunos destello que se parecen más a los de un Viognier que a los de un Rosé. Es aún más claro que el Rosado de Merlot de Alfredo Roca, que nos encanta por su color.
En nariz presenta notas frescas y florales. En boca es muy suave, tiene baja acidez y notas dulces casi imperceptibles. Es un vino mas bien seco, con un final suave que se desvanece en el paladar.
Brindamos por nuestra última noche en París, ya que al día siguiente cruzaríamos el Canal de la Mancha para ir a Canterbury y Londres.
¡Santé! M. et Mme. Corchito
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