Nos recomendó este Saint Joseph. El atardecer de ese mismo día fuimos a la Tour Montparnasse, para ver cómo la ciudad comenzaba a iluminarse tímidamente. Y esperamos más de una hora para ver el juego de luces de la Tour Eiffel. No se puede explicar el frío que pasamos a 210 mts. de altura. Sin embargo, el deleite de tan espectacular vista bien valía cada escalofrío.
A la salida de tan extrema experiencia, encontramos un supermercado bastante elegante y, en su bodega, este Cru du Rhône de Caves Saint Pierre. Este Saint Joseph nos encantó. Es frutado, amigable, tiene acidez equilibrada y taninos suaves. Nos recordó algunos de los sabores y aromas de un cabernet sauvignon. Invita a beberlo con facilidad, es prolijo pero poco complejo. Muy recomendable.
¡Santé! M. et Mme. Corchito
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